UNA BODA ÍNTIMA Y MUY PERSONAL: NATURALEZA, COLOR y CONEXIÓN

Hay bodas que se sienten especiales desde el primer minuto. No por el número de invitados ni por la magnitud del evento, sino por la energía del lugar y la conexión de todo lo que ocurre allí.
Esta boda fue exactamente eso: la celebración de una pareja en su propia finca, rodeados de naturaleza, recuerdos y gente que realmente importa.

La ceremonia tuvo lugar en medio del jardín, con el sonido del río de fondo y un cielo completamente despejado. El entorno ya era precioso, así que nuestro objetivo fue sumar sin invadir: flores colocadas a ras de suelo que parecían nacer de la tierra, en tonos cálidos —naranjas suaves, corales, terracotas y toques verdes— que encajaban con el final del verano.

Las sillas orientadas hacia el bosque crearon una atmósfera íntima y muy emocional. No había distracciones: solo ellos, sus votos y la naturaleza abrazando el momento.

Para la recepción diseñamos una mesa imperial, que se convirtió en el corazón de la celebración.
Cada invitado tenía su lugar y todos compartían la misma mesa, reforzando esa sensación de familia, cercanía y fiesta entre amigos.

El centro floral corría de extremo a extremo con una estética orgánica y desenfadada: dalias, zinnias, rosas en tonos cálidos, silvestres frescas y follaje en movimiento para imitar la vida del jardín. El resultado fue atrevido, alegre y sofisticado al mismo tiempo —un reflejo perfecto de los novios.

¿Estás pensando en una boda Íntima al aire libre?

Las bodas al aire libre tienen algo mágico, pero requieren un diseño floral muy pensado para que todo funcione y se vea natural, sólido y con intención.
Si te gustaría que tu boda sea así —auténtica, elegante y conectada con el entorno—, estaremos encantadas de acompañarte.

Escríbenos y empezamos a diseñar tu día juntas.

Cada boda tiene su propio lenguaje. Aquí no tendría sentido una decoración blanca clásica ni flores demasiado pulidas.
El diseño tenía que respirar campo, verano y autenticidad, y lo hizo.
No se trataba solo de poner flores bonitas, sino de crear una experiencia que perteneciera a ese espacio y a esa historia.