UNA BODA EN LA CAPILLA DE LAS CONCHAS

La Isla de la Toja siempre transmite calma. Rodeada por el mar y la luz suave del Atlántico, fue el escenario perfecto para esta boda de principios de mayo, donde apostamos por una estética fresca y natural en tonos blancos y amarillos.

La Isla de la Toja siempre transmite calma. Rodeada por el mar y la luz suave del Atlántico, fue el escenario perfecto para esta boda de principios de mayo, donde apostamos por una estética fresca y natural en tonos blancos y amarillos.

La ceremonia tuvo lugar en la preciosa Capilla de las Conchas, un lugar con historia y encanto propio. En la entrada diseñamos dos columnas florales con flores silvestres y peonías, con un aire suelto y orgánico, casi como si hubieran brotado entre las conchas de la fachada. En el interior, el altar se enmarcó con dos arreglos estilo ikebana y pies de virgen, creando un ambiente delicado y luminoso.

Los preparativos y la recepción se celebraron en el Gran Hotel de la Toja, un espacio clásico y elegante que completaba a la perfección el estilo de la boda. Allí mantuvimos la misma paleta de color —blancos, amarillos suaves y verdes frescos— para lograr una continuidad natural entre los diferentes espacios.

La novia, de una elegancia sencilla y atemporal, llevó un ramo con peonías y flores silvestres en la misma gama de colores. Un diseño suelto, ligero y lleno de textura, pensado para reflejar la alegría de una boda primaveral frente al mar.

Fue una boda luminosa y serena, donde cada detalle respiraba armonía con el entorno.

¿Te casas en la Isla de la Toja o en el Gran Hotel de la Toja?

Diseñamos proyectos florales que se integran con el paisaje y el estilo de cada pareja. Si sueñas con una decoración natural, fresca y elegante, podemos crearla para ti.

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